El descuartizador...

Don Rómulo se tapa la cara con una carpeta frente a los medios de comunicación que lo esperaban en el pasillo del Juzgado nº 9 de la audiencia de Sevilla. Las primeras noticias que saltaron sobre este individuo, lo relacionaban con restos humanos encontrados en su finca de Dos Hermanas, un gran caserón que contaba con dos hectáreas de terreno y una gran piscina, este hombre era catedrático  aunque en el momento de su detención estaba jubilado.

Su casa estaba aislada del resto de construcciones, vivía solo aunque de vez en cuando se le veía con diferentes mujeres jóvenes, algunos vecinos habían comentado que jamás vieron salir a esas visitas que este señor recibía y empecé una vigilancia de su casa y sus actividades desde una habitación que alquilé frente a la vivienda más cercana a la de  Don Rómulo...

Un viernes, observé como entraba su coche en el que se veía una mujer de acompañante, pero le dio la vuelta a la casa y entró por detrás donde se encontraba el garaje y no pude ver quien bajaba del mismo, como policía me sentí frustrado por no pensar en ese echo. No obstante seguí con mi vigilancia y me lamenté de lo aburrido que resulta eso después de varias horas...

Me desperté algo inquieto y me fui a dar una vuelta por la urbanización camino de la casa que vigilaba y le di la vuelta a cierta distancia y me sorprendí al ver a un señor que enseguida supe era el propietario y llevaba en la mano una pala y un saco de arpillera, estaba aplastando un trozo de terreno que aparecía removido, me escondí detrás de un árbol y me quedé observando...

Cuando terminó yo me hice de una pala para comprobar que estaba enterando y me sentí frustrado al ver que solo era basura de la casa, empecé a pensar que los vecinos solo había hecho conjeturas infundadas, pero decidí ir al otro día a enfrentar directamente con la situación y acercarme a la casa a preguntar por la visita que había tenido este señor...a las nueve de la mañana llamé a su puerta y salió el vecino con una bata puesta y señales evidentes de haberse levantado de la cama...

Inmediatamente le pregunté por la señora que vi llegar en su coche el día anterior y sin pestañear me dijo que se había ido temprano, colgado en el perchero observé colgado un bolso de señora, le pregunté, se ha dejado el bolso, y el visiblemente nervioso me dijo que seguramente pero que el no se había dado cuenta...Su nerviosismo me puso en guardia, este hombre ocultaba algo y estaba decidido a averiguar que era.

El siguiente día que lo vi salir con el coche de la casa decidí inspeccionarla, me colé por una ventana posterior y no vi nada extraño en las dos plantas pero me llamó la atención una trampilla que estaba muy bien disimulada en el suelo y tenia que saber que había allí, al levantarla había una escalerilla que bajaba a otro nivel, al entrar un olor penetrante me hizo pararme en seco, por mi profesión conocía desgraciadamente ese olor a muerte...

El sótano estaba dividido a modo de cuarto por rejas que conformaban como dos habitaciones de mampostería desnuda, en una pared colgaba los miembros superiores en estado de descomposición de una mujer y al lado en otra cadena colgaba boca abajo otra mujer desnuda sin cabeza. Lo peor fue al destapar un pequeño pozo seco de donde emanaba un olor a putrefacción y ver tantos restos de cadáveres amontonados unos encima de otro, el espectáculo era demoledor pues jamás en mi carrera vi algo igual.

Subí a la planta para esperar a este salvaje y detenerlo allí mismo, antes lo comuniqué a la jefatura para que me enviaran refuerzos y equipos forenses y volví a bajar, no había reparado en un hueco lateral que había a mi derecha y al acceder por el me encontré en una verdadera cámara de los horrores, había tres camillas muy viejas como las de hospital y en cada una un cuerpo femenino joven aún vivo pero desmembrado en parte y eso me superó...

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